En esta novela, sutil y luminosa, Hernán Rivera Letelier hace un rescate del café como lugar emblemático de la literatura. Le dicen el Escritor de Epitafios, pero en verdad es un ángel. Un ángel de café. Y como tal lleva una apacible vida bajo el toldo de su café preferido, apacible hasta la tarde en que ve pasar a la niña gótica que le ha de trastocar la existencia para siempre; una niña bella y delicada como sus guantes negros, de encaje, sin dedos. Los ángeles con alas no existen, explica el Escritor de Epitafios, de tenerlas, dice, necesitarían una musculatura colosal y no poseerían ni la gracia ni la levedad con que se les pinta. Los ángeles, para él, son seres humanos transfigurados y se reconocen porque son irresponsables como pájaros, lúcidos como estrellas, adoradores de nubes y cazadores de crepúsculos.
Este producto no tiene stock disponible. Puedes enviarnos una consulta al respecto.
Este producto no está disponible. Puedes enviarnos una consulta al respecto.